lunes, 27 de junio de 2011

Educar en valores

¿Qué ocurre en la actualidad?

Existe una crisis social que es una crisis moral, en la que existen valores en alza y otros que, vaciados de contenido auténtico han establecido un nuevo punto de referencia.
En esta confusión de significados asistimos a un modo empobrecido de vivir, algo así como un analfabetismo moral. Para enseñar a vivir es necesario promover lo valioso, lo que está a la altura de la dignidad de la persona.
La tarea de educar, de por si nada sencilla, se ve agravada en una sociedad donde los jóvenes ven que en su paso no se aprecia un compromiso serio por los valores éticos. Pero es posible. Lo primero que debemos tener en claro es que la educación en valores es:
1. Posible
2.Está centrada en la persona
3.Es una respuesta al presente
4.Es optimista
5.Requiere de la inteligencia y la voluntad
6.Es una tarea amorosa
7.Los padres son capaces aun sin tener capacidades especiales.

¿Qué significa educar?

Es un proceso de ayuda intencional a la adquisición de madurez personal que le permite a cada uno llevar a cabo un proyecto personal de vida según su particular modo de existir, diferente al de otros debido a su esencia que es única e irrepetible que los hará ser los que deban ser y no lo que los padres queremos que sean. La tarea educativa por excelencia consiste en el conocimiento profundo de nuestros hijos para poder ayudarlos a cumplir su misión en este vida y que así puedan trascender y ser felices

¿Qué son los valores?

Primer postulado: educar para la libertad es educar en valores


Existe consenso sobre la necesidad de educar en valores, pero no hay acuerdo en el contenido, en la técnica a emplear y el concepto de persona. Existen dos problemas: no se sabe cómo educar en valores y no hay paso de la noción de valor a la de deber, el concepto de deber está pedagógicamente proscrito.
Son bienes conocidos por el sujeto como perfecciones de la naturaleza humana que reclaman, por tanto, estimación y compromiso vitales. Estos deben estar de acuerdo a la dignidad del hombre y la libertad es el hecho diferencial en el que se fundamenta la dignidad del hombre.
Educar en la libertad es ayudar a tomar sus propias decisiones, ponerlos frente a sus responsabilidades, aconsejar y orientar, avivar la autonomía para que no se refugie en la dependencia pasiva.
Educar en libertad es pensar, buscar la verdad y decidir el propio proyecto personal de vida. Sentirse a gusto con el proyecto elegido, encontrar satisfacción. Tener fortaleza para ponerlo en práctica ante las dificultades.
Detrás de cada decisión que tomamos, de cada comportamiento, de cada acto de la voluntad, de cada conducta de un ser humano, apoyándola, canalizándola, está la convicción interior de que algo es importante o no. El valor es una convicción firme de que algo es bueno o no y que nos conviene en mayor o menor medida. Los valores, convicciones o creencias reflejan la personalidad de cada individuo y son la expresión de su tono moral, afectivo, cultural, social y espiritual.
Los valores humanos son necesarios en la vida porque son directrices, caminos, guías o pautas para una conducta coherente con uno mismo, que permiten encontrar un sentido a nuestra vida, hacernos cargo de nosotros mismos, tomar decisiones con serenidad y coherencia y resolver mejor los conflictos familiares y sociales.

Educación en las virtudes


Segundo postulado: las virtudes nos ayudan a superar las limitaciones internas de la voluntad y nos facilitan el compromiso con los valores.

Las virtudes son disposiciones estables conciente y libremente adquiridas que regulan nuestros actos, ordenan nuestras pasiones y sentimientos y guían nuestra conducta, proporcionan facilidad para llevar una vida buena.
Suponen un compromiso personal con el valor, implican la totalidad de la persona, inteligencia, voluntad y sentimientos, a su vez potencian la libertad. Para educar hay que atender a lo cognitivo, a lo volitivo y a lo afectivo, para lograr una buena unidad de vida en la que se encuentren congruentemente integrados la inteligencia, la voluntad y el corazón de nuestros hijos o nuestros alumnos.
El edificio de la libertad necesita estar arraigado en las virtudes.

Basado en el libro: Educar en las virtudes humanas. David Isaacs.

Virtudes
Hasta los 7 años
De 8 a 12 años
De 13 a 15 años
De 15 a 18 años
Virtudes humanas preferentes
Orden
Obediencia
Sinceridad
Fortaleza
Perseverancia
Laboriosidad
Paciencia
Responsabilidad
Justicia
Generosidad
Pudor
Sobriedad
Sociabilidad
Amistad
Respeto
Sencillez
Patriotismo
Flexibilidad
Comprensión
Lealtad
Audacia
Humildad
Optimismo


Por Gisela Izurieta para Unión de familias Argentinas.
(Citando la fuente, se autoriza la reproducción parcial o total de este artículo) 

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